Trabajar y estudiar un auxiliar en enfermería al mismo tiempo 

La enfermería es una de las profesiones con mayor impacto social, pues está directamente vinculada al cuidado de la vida y la dignidad humana. Dentro de este campo, el auxiliar en enfermería cumple un papel esencial, ya que brinda atención primaria y apoyo al equipo de salud en diferentes entornos. No obstante, muchos de los estudiantes que optan por esta formación enfrentan un reto significativo: trabajar y estudiar al mismo tiempo. Esta situación plantea interrogantes sobre el equilibrio entre el ámbito académico, laboral y personal, además de la importancia de la disciplina, la vocación y el compromiso con el cuidado de los demás. 

El camino para convertirse en Auxiliar de enfermería es una vocación que exige dedicación, empatía y una fuerte resiliencia para aquellos que, por necesidad o sus ganas de salir adelante y no tener apoyo para solo dedicarse a estudiar eligen realizar su formación académica en el turno de la noche mientras mantienen un empleo diurno, la ruta se convierte en una doble jornada de esfuerzo compromiso y mucha dedicación está elección, es bien extenuante, resalta la importancia de la profesión en el contexto actual y ofrece valiosas reflexiones personales y profesionales. 

Principalmente y en lo profesional consideró que nosotros como auxiliar somos héroes, somos personas con una vocación enorme en donde ayudamos desde el amor y el conocimiento brindando apoyo emocional con cualidades muy importantes como lo son la compasión y la empatía, brindándole a cada personal un cuidado personalizado y compañía durante su estadía. 

Nos exigimos día a día y tenemos retos como lo es el trabajar y estudiar con el acompañamiento de Funca en donde nos llenan de conocimientos y vivencias día a día, realmente me siento muy orgullosa de formarme aquí para ser futuramente parte de nuestro personal de la salud. 

Desarrollo 

En el contexto actual, caracterizado por la alta demanda de personal en salud y las crecientes exigencias del sistema sanitario, formarse como auxiliar en enfermería constituye una oportunidad laboral y una necesidad social. Sin 

embargo, gran parte de los estudiantes deben costear sus estudios, ayudar en sus hogares o incluso sostener a sus familias, lo cual los impulsa a combinar el trabajo con la formación académica. 

Este escenario no está exento de dificultades el manejo del tiempo se convierte en un desafío constante: asistir a clases, cumplir con turnos laborales, realizar prácticas clínicas y mantener un equilibrio personal exige una organización rigurosa. Asimismo, la carga física y emocional es considerable, ya que tanto el estudio como el trabajo en salud demandan concentración, responsabilidad y esfuerzo físico prolongado. En algunos casos, esta dinámica puede generar estrés, cansancio y, en ocasiones, frustración. 

A pesar de lo anterior, estudiar y trabajar en esta área también ofrece múltiples beneficios. Uno de los más importantes es la posibilidad de aplicar de manera inmediata lo aprendido en la formación académica. Los estudiantes que trabajan en áreas relacionadas con la salud desarrollan competencias prácticas, fortalecen su sentido de responsabilidad y adquieren experiencia que enriquece su perfil profesional. Además, esta experiencia fomenta valores como la disciplina, la resiliencia y la vocación de servicio, cualidades indispensables para quienes deciden dedicarse al cuidado de otros. 

Más allá de la fatiga física y el desafío en la gestión del tiempo, esta doble carga impone una presión significativa en la salud mental de los estudiantes. El cansancio crónico, la falta de tiempo para el descanso y la vida social, y la constante exigencia de rendir bien en dos frentes, pueden llevar a cuadros de agotamiento emocional (burnout). Es un esfuerzo silencioso que demanda una gran capacidad de autocuidado y el reconocimiento de que la vocación, por grande que sea, debe ir acompañada de un manejo sano del estrés. Este desafío no solo pone a prueba su disciplina, sino también su resiliencia psicológica, una cualidad que, irónicamente, es vital para el cuidado de los demás. 

Reflexionar sobre esta realidad permite reconocer que el esfuerzo de los estudiantes auxiliares en enfermería va más allá de una meta académica: representa un acto de compromiso con la sociedad. Al sobreponerse a las dificultades y persistir en su formación, estos futuros profesionales evidencian que el cuidado en salud requiere no solo de conocimientos técnicos, sino también de perseverancia, empatía y una profunda convicción ética. 

Conclusión 

Trabajar y estudiar un auxiliar en enfermería al mismo tiempo es un reto que pone a prueba la capacidad de organización, la fortaleza emocional y la vocación de servicio de los estudiantes. Aunque implica sacrificios y momentos de dificultad, también constituye una experiencia de crecimiento integral que fortalece el carácter y prepara para el exigente campo de la salud. Reconocer y valorar este esfuerzo es fundamental, no solo en el ámbito académico, sino también desde las instituciones y la sociedad, que deben brindar apoyo a quienes se forman en esta área vital para la vida humana. En definitiva, el auxiliar de enfermería que combina estudio y trabajo representa un ejemplo de resiliencia y compromiso con el cuidado de los demás. 

Esfuerzo y compromiso

Aunque este camino está lleno de dificultades, lo que distingue a quienes deciden recorrerlo es el esfuerzo y el compromiso con sus sueños. Ser auxiliar de enfermería y, al mismo tiempo, estudiante, no es simplemente una doble carga: es una muestra de amor por la profesión, de esperanza en un futuro mejor y de una voluntad que no se rinde. Cada desvelo, cada turno, cada página estudiada, son pasos que conducen a una meta mayor: ser un profesional íntegro, capaz y humano. 

Ser Auxiliar de Enfermería es más que un estudio o un trabajo, es una misión de vida. Aunque a veces el cansancio o las dificultades son inevitables, cada palabra de agradecimiento y cada sonrisa de un paciente me recuerdan que elegí el camino correcto. Esta experiencia nos enseña a valorar la vida, a crecer como personas y a reafirmar que servir con amor y compromiso es la esencia de la enfermería. 

Al final, estudiar y trabajar no solo forma auxiliares de enfermería más preparados, sino personas con una fortaleza admirable, capaces de demostrar que la dedicación y la constancia siempre abren caminos, incluso en medio de la adversidad. 

Por todos estos motivos y el hecho de formarnos como auxiliares de enfermería y tener esa vocación hacia esta profesión, nos hace amar lo que estamos haciendo, el poder brindar un cuidado un apoyo emocional, apoyo psicológico a un paciente nos hace sentirnos orgullosos de la profesión que escogimos.